Las aleaciones de acero reaccionan muy sensiblemente a la composición del material, lo que provoca cambios considerables en las propiedades mecánicas y térmicas.

Con ello se pretende mejorar las propiedades para que las aleaciones puedan utilizarse en aplicaciones muy exigentes en las que falla el acero puro.

Algunos ejemplos son los reactores nucleares, los ferrocarriles y las palas de turbina de los motores a reacción.
En general, las aleaciones de acero tienen una amplia gama de aplicaciones, como tuberías, transporte de automóviles, energía y maquinaria.

La medición anterior muestra la medición de la difusividad térmica con el LFA 1000.

En el mismo ciclo de medición, la capacidad calorífica específica se midió con un método comparativo utilizando acero inoxidable como referencia.

Con estos valores y la densidad de la muestra, la conductividad térmica puede determinarse.
La difusividad térmica y la conductividad térmica disminuyen con temperaturas más elevadas, mientras que la capacidad calorífica específica disminuye ligeramente al principio y luego aumenta a temperaturas superiores a 200 °C.

Se realizó la misma medición con otra aleación de acero (muestra 2).

El Inconel se utilizó aquí como referencia para determinar la capacidad calorífica específica.

El diagrama siguiente muestra la conductividad térmica de la muestra de arriba (muestra 1) y la de la otra aleación de acero (muestra 2).

App. Nr. 02-007-005 LFA 1000 – Steel alloys – Thermal conductivity - thermal diffusivity - specific heat - curve 2

El diagrama muestra claramente que las aleaciones de acero pueden comportarse de forma completamente diferente debido a las distintas composiciones.
La conductividad térmica de la muestra 1 disminuye con la temperatura y la muestra 2 muestra una conductividad térmica creciente a temperaturas más altas.

Dispositivo de medición adecuado