La cerámica de carburo de wolframio tiene una alta conductividad térmica y es resistente a la abrasión, la corrosión y las altas temperaturas.
Combinando distintos carburos, también es posible adaptar las propiedades del material a distintas aplicaciones y conseguir así una conductividad eléctrica definida o una dureza elevada, por ejemplo.
Los campos de aplicación de la cerámica de metal duro son la mecánica, la química, la tecnología aeroespacial y la energética.
Para determinar la conductividad térmica se midieron tres tipos diferentes de carburo mediante LFA.
El derivado del uranio (UC) muestra un valor notablemente bajo, de unos 25 W/mK, que es casi constante a lo largo del intervalo de temperaturas.
El carburo de circonio (ZrC) muestra una tendencia creciente, mientras que el carburo de silicio (SiC) muestra una conductividad térmica decreciente, que se aproxima a un valor constante a temperaturas más altas.