Durante el transporte, los productos lácteos en polvo están expuestos a fuertes oscilaciones de temperatura.
Sin embargo, es importante que la calidad del producto sea siempre constante y no cambie durante el transporte.
La influencia de las fluctuaciones de temperatura en el contenedor de transporte sobre la calidad del producto se reduce mediante un envasado hermético del producto y unas propiedades térmicas adecuadas de los productos secos.
En las propiedades térmicas influyen la composición, la densidad, la porosidad y el contenido de grasa y agua del polvo.
Un buen producto requiere una alta capacidad calorífica específica y una baja conductividad térmica.
La conductividad térmica de la leche en polvo se midió con el THB-100 (nuevo modelo THB Basic, Advance, Ultimate) a temperatura ambiente y a 60 °C.
Para ello, la leche en polvo se disolvió en agua destilada y el sensor (sensor de marco metálico) se suspendió en el líquido.
Para la medición a 60 °C, la muestra se calentó en un horno.
La conductividad térmica de la muestra disminuye ligeramente en el intervalo de temperatura medido: de 0,61 W/mK a 0,59 W/mK.
Por tanto, la leche en polvo tiene una conductividad térmica baja, ya que la conductividad térmica del agua a temperatura ambiente es de 0,60 W/mK.