Aplicaciones para cosméticos, medicamentos y alimentos
Los ingredientes de muchos medicamentos son sensibles al calor y pierden rápidamente su efecto cuando se exponen a él.
Es el caso, por ejemplo, de las emulsiones, que a menudo cambian de consistencia y se separan en sus componentes incluso a temperaturas veraniegas. Además, las grasas contenidas en la emulsión pueden estropearse e inutilizar el medicamento.
Algunos medicamentos incluso deben conservarse refrigerados para evitar que se estropeen tan rápidamente. En Alemania hay más de 2.000 medicamentos de este tipo que requieren refrigeración o almacenamiento en cadena de frío, como vacunas especiales, sprays para el asma o insulinas, que sólo pueden superar una temperatura de 8 °C durante breves periodos.
Además de los productos químicos para profesionales de la medicina, también hay numerosos productos cosméticos, como lociones, que se ven afectados rápidamente por el calor y, por tanto, requieren una protección especial.
Es posible reducir la reacción de los medicamentos a las influencias térmicas utilizando envases adecuados. Sin embargo, para encontrar el envase adecuado, es necesario conocer las propiedades exactas de los ingredientes utilizados.
En farmacología, los métodos de ensayo como el análisis térmico y la calorimetría se utilizan principalmente para caracterizar los principales principios activos y determinar la forma farmacéutica de dosificación.
Gracias a su alta sensibilidad, los dispositivos de medición LINSEIS permiten detectar las reacciones térmicas más pequeñas con cantidades de muestra extremadamente reducidas. Esto los hace ideales para su uso en este ámbito tan sensible.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com