Los materiales carbonosos, las sustancias orgánicas y los polímeros suelen quemarse al calentarse.
El análisis de la descomposición térmica de estos materiales es, por tanto, algo especializado.
En la mayoría de los casos, se lleva a cabo en atmósferas inertes en lugar de aire para ver los efectos de la descomposición y la pirólisis, seguidos del intercambio gaseoso con oxígeno o aire, que da lugar a la combustión del carbono contenido.
Si este proceso se lleva a cabo en una termobalanza combinada con DSC (STA), se puede medir el contenido de carbono, el contenido inorgánico y el calor liberado.
Esta medición de una muestra de caucho industrial se realizó con una STA PT 1600, comenzando en una atmósfera de nitrógeno.
La muestra se calentó en tres pasos, cada uno a 30 K/min.
La curva azul muestra la pérdida de peso relativa pérdida de peso.
En el primer paso de pérdida de peso, se deshidrata la muestra.
El contenido de agua era del 9,3%.
La señal DTA correspondiente (curva morada) no mostró ningún efecto durante la evaporación del agua.
En el segundo paso de la reacción, los componentes volátiles se liberan por pirólisis en una atmósfera de N2.
La proporción de estos componentes es del 36,0 %.
Su liberación se reconoce por un pico de reacción exotérmica en la curva DTA.
Para el tercer paso de la reacción, se cambia la atmósfera a oxígeno, lo que lleva a la combustión del carbono restante.
La pérdida de peso es del 14,3 %.
El 40,4 % restante son componentes inorgánicos como cenizas, escorias o cargas.